La máxima que rige nuestra propuesta de intervención es la del respeto de lo existente y la unidad del conjunto, siendo conscientes además del perjuicio sobre iluminación y vistas que una actuación desmesurada podría causar a los ocupantes de las viviendas y el resto de vecinos de la zona.
Proponemos una intervención que no solo soluciona las patologías existentes y supone una contundente reducción de la demanda energética, sino que además dota al conjunto de una imagen actual, única y amable, en la que el nuevo volumen del ascensor se integra completamente en el edificio: no agrede ni anula estéticamente lo existente, acomodándose a ello sin generar divisiones entre “lo viejo y lo nuevo”.
Mediante la superposición de sistemas de control solar en las fachadas, simplificamos el trazado de las mismas. Nos acercamos así a la sencillez de su composición original pero respetando la individualidad y diversidad de huecos que ha dejado el paso de los años y las transformaciones debidas al uso.
Igualmente se resuelve la ocultación de vistas de elementos estéticamente perjudiciales, como las máquinas de aire acondicionado o tendederos.