El Piso Crig es el resultado de una reflexión en torno a las limitaciones y oportunidades concretas de la vivienda original. Cuando llegan a nosotros los propietarios acaban de adquirir un piso de dos caras: una bien orientada, con mucha luz y buenas vistas; la otra condenada a vivir en la noche, por dar a un patio de luces estrecho y oscuro.
Frente a las seis habitaciones originales, esta pequeña familia de tres miembros -quién sabe si de más en el futuro-, solo necesita tres dormitorios, quizás cuatro. Esto abre la puerta a la reorganización completa de todos los espacios, de tal forma que alcancemos nuestro principal objetivo: una vivienda inundada de luz.
Para conseguirlo tomamos una decisión fundamental: desplazar el pasillo desde el centro de la vivienda hasta el patio. De esta forma todos los espacios habitables -salón, cocina y dormitorios- vuelcan hacia el luminoso parque. Ningún habitante de esta casa se verá relegado a un dormitorio oscuro, ni tendrán que desayunar cada día con luz artificial.